11.- LA VERDAD
- No tengo idea porque la conducta de mis estudiantes está dejando tanto que desear – Gritaba furiosa la señora Anderson – Denme un muy buena razón para que no los castigue tan severamente que la próxima preferirán abrazarse a pelearse del modo en el que lo hicieron el pasillo – Sus ojos reflejaban ira – Ja, EN EL PASILLO – Bufo
- Lo sentimos tanto señora Anderson – Decía el apenado Alexander con su muy horrible ojo morado, lo único en lo que podía pensar era que quería correr y cuidarlo hasta que sanara, ¿Cómo pudo Davon hacerle eso?, aunque Alexander no se había quedado atrás, y eso lo podías comprobar con el labio partido de Davon
- Si señora Anderson, estamos realmente apenados – Davon no tenía pinta de estar disfrutando la situación del labio, ya que podía ver la mueca de dolor que tenía en el rostro. Gire levemente la cabeza para ver a Sissa, que miraba endemoniadamente preocupada a Davon, apostaría lo que fuera a que tenía la misma estúpida sensación sobreprotectora hacia Davon que yo hacía Alexander.
- Señorita Adams ¿Me podría decir una buena razón para no matar a estos dos jóvenes por lo que le sucedió en el rostro?
Sí, bueno, era cierto que por accidente me había llegado un puñete. Es que todo sucedió tan rápido, lo primero que vi fue como Davon se lanzaba ferozmente para golpear a Alexander, y claramente no podía permitir eso, así que trate de separarlos, pero al final
Termine con la nariz sangrando
Y lo peor fue que el puñete fue de Alexander
Quien no podía dejar de gritar a Davon que por su culpa me había hecho daño
Quien no le gusto para nada lo que le dijo Alexander
Al fin y al cabo, ¿Qué era un poco de sangre en la nariz comparada con un ojo morado y un labio partido?
Pero estaba agradecida con el cielo que la señora Anderson apareciera antes de que ocurriera algo peor. Lo sorprendente fue que los chicos al escuchar el grito de furia de la señora Anderson se soltaran como si les hubieran lanzado un balde de agua
Aunque ahora, al escuchar a la señora Anderson, lo entendía
- En serio señora Anderson, solo es un poco de sangre, nada roto. Estoy segura que no fue intención de ninguno que me sucediera esto – Dije apenada
- Claro que no fue mi intención, si el que te golpeo fue Alexander - ¡Diablos!, Davon no podía mantener la boca cerrada ni por 5 minutos
- Si estas insinuando que la golpee a propósito Davon, te juro que te matare
- ¡Alexander! – No podía permitir que siguieran peleando
- Quiero ver que lo intentes – Mascullo Davon
- ¡Davon! -- Al parecer Sissa también estaba muy molesta
- Señora Anderson, quisiera pedirle un favor, ¿Sería tan amable de dejarnos llevarnos a los jóvenes para curarlos?, así pueden estar en mejores condiciones para recibir su castigo – Le pedí, ojala escuchara mis suplicas y nos dejen separarlos, más que para curarlos, por el miedo de que se volvieran a pelear
- Tiene razón señorita Adams, no sé cómo estos 2 terminaron involucrados personas tan sensatas como usted y la señorita Scott
- O no se preocupe señora Anderson, dudo que sigamos muy relacionados – Soltó Sissa mordazmente, lo que hizo que Davon voltease para verla con el seño fruncido
- Alexander y Davon, quiero que vayan con las señoritas y cuando este presentables y curados vuelvan a mi despacho
Todos salimos con una velocidad impresionante, nadie quería pasar mucho más tiempo ahí. Cuando estuvimos afuera nadie supo que decir, nos quedamos los cuatro parados intercambiando miradas. Hasta que Alexander pareció reaccionar y se acerco velozmente hacia mí
- Melanie ¡Santo Cielos!, lo siento tanto, yo…
- Cállate Alexander, y sígueme. Davon – Dije girándome hacia el – Vete con Sissa
Intercambie con ella una mirada para decirle que se llevara a Davon con ella, eso era lo bueno, entre las mujeres era fácil decir tus intenciones solo con una mirada. Sissa cogió fuertemente a Davon por el brazo y empezaron a dirigirse a nuestra habitación
- Alexander vamos a tu habitación, Sissa y Davon ocuparan la nuestra – Y sin decir mas empecé a caminar hacia su habitación, en todo el trayecto no dijimos nada.
Llegamos y el abrió la puerta.
Ni una sola palabra
Fue al baño y volvió con una jarra con agua, trapos y un botiquín de primeros auxilios
Ni una sola palabra
Limpie mi cara llena de sangre y me gire para empezar a ver que podía hacer en su ojo
Ni una maldita palabra
Coloque mi mano en su cara y seguí el contorno de su herida con mis dedos, sintiendo pequeñas descargas eléctricas en mis dedos al entrar en contacto con su piel
Ni una maldita y condenada palabra
Abrí el botiquín para ver qué diablos podía hacer por su cara
Para que decirles, ya habrán adivinado que sucedió: NADA
Me di la vuelta para colocar una pomada en su rostro, pero lo único que alcance a ver fue a Alexander abalanzándose hacia mí, cogió la pomada y la tiro con fuerza contra la pared, deslizo su mano por mi cintura y me acerco peligrosamente a su cuerpo. Me miro con esos hipnotizantes ojos verdes mientras acercaba dolorosamente lento su cara hacia la mía, nuestras narices casi se tocaban, sentía que flotaba, el beso era inevitable, y…
Se alejo bruscamente, como si el contacto conmigo le hubiera quemado, dejándome ahí, completamente
aturdida y tambaleante, maldiciendo a los mil demonios por lo que acababa de ocurrir.
- Yo… lo siento, no debería haber hecho eso, fue… ash mierda – Me dijo mientras se pasaba la mano por el cabello, claramente avergonzado – Sera mejor que te lleve a tu habitación, antes de que haga algo de lo que me pueda arrepentir
JA, claro, con un simple “Lo siento” no haría que desaparezca de mi esa sensación de rechazo, me sentía triste y molesta
- Ni te preocupes – Le dije en el tono más mordaz que logre, ya que algo en mi interior se estaba rompiendo – Conozco el camino hacia mi habitación
Me dirigí rápidamente hacia la puerta, para llevarme conmigo el estúpido recuerdo de ese que pudo haber sido el comienzo de… bueno no se dé qué, pero seguro que de algo maravilloso
- No, Melanie espera…
- No Alexander – Lo interrumpí – Creo que quedo en claro que no disfrutas de mi compañía, y me rompería el alma que tengas que hacer el gran esfuerzo de acompañarme hasta mi habitación
Dicho esto tire el portazo más fuerte de la historia, me sorprendía que los vidrios no hubieran retumbado. Camine con una expresión mordaz todo el trayecto hasta mi habitación ¿Por qué era tan estúpida?, sabía que él jamás querría algo conmigo, el era más del estilo de Stacy, pero eso no había logrado impedir que empezara a sentir esta estúpida sensación por él. Me sentía tan decepcionada por lo que había sucedido, que no veía la hora de llegar a mi habitación y llorar, llorar hasta poder fingir que no me importaba, que no importaba que me haya rechazado, que no importaba que dentro de mi todo se estuviera rompiendo, no simplemente por Alexander, sino por esa sensación de rechazo que tenía desde ese día en la escuela, cuando todo cobro sentido. De pronto me vi recordando cada detalle de ese horrible día
- Todavía no lo puedo creer – Le decía entusiasmada a Britany, mi amiga en mi anterior escuela – Es JUSTIN, el chico más lindo de la escuela
- Lo sé – Exclamo emocionada – ¿Cómo lo hiciste?
- Ya te lo dije, el me invito al cine el fin de semana, al principio no me lo podía creer, pero luego todo empezó a suceder, y luego en la puerta de mi casa casi me besa, hacia tanto tiempo que no me sentía tan bien Britany, fue simplemente… mágico
- Me imagino, pero borra esa estúpida sonrisa de tu cara porque solo me recuerda que jamás un chico tan bello me hablara, y menos me BESARA
- CASI, casi me besa
- Eso no importa, como te decía lo que importa es que yo no podre tener nunca algo así
- Hey Brit, yo tampoco creí que eso podría pasarme jamás, me siento tan especial. Mi mama siempre me dijo que aparecería esa persona especial para mí, pero jamás me lo creí. Es decir, JUSTIN, es perfecto, totalmente caballeroso y hermoso. Pensé que las chicas como yo solo conseguían chicos como Justin en los cuentos de hadas
- Pues querida, este es el tuyo, no puedo creer que te este esperando afuera
- Lo sé, dijo que tenía algo importante que decirme, estoy casi segura que quiere que sea su novia – Le dije mientras cruzábamos la puerta del colegio, para salir al estacionamiento
Ahí estaba el, esplendido, con una sonrisa algo rara en su cara, rodeado de sus amigos y…
- Melanie, que bueno que viniste, quiero hacer esto rápido – Note que algo andaba mal por la sonrisa burlona de sus amigos, sin contar la suya – Mira cariño, eres una chica amable, pero eso no compensa que estas gorda, eres tímida y la verdad con ese pelo tuyo te ves bastante feíta. No quiero herir tus sentimientos, pero tenía que decírtelo para que no te hagas ninguna ilusión – Dicho esto me dio la espalda y se empezó a alejar con un aire de superioridad, con toda su bola de amigos. Cuando el auto salía del estacionamiento y yo todavía no había logrado reaccionar y cerrar mi boca por la impresión, Justin saco la cabeza por la ventana de su coche
- Ha y gracias por poner todo tan fácil para ganar la apuesta, 20 dólares siempre son necesarios.
Y se fue, dejándome ahí mientras escuchaba como todo el mundo empezaba a reírse, como si verme ahí parada y llorando fuera tan divertido…
Eso había pasado hace como dos años, pero desde ahí me había dado cuenta de algo, chicas como yo no atraían a chicos como Justin…
O como Alexander
Desde ese día había reaccionado, y me dije a mi misma que jamás dejaría que un chico como él me hiciera sentir menos, pero ahí estaba Alexander, completamente encantador, con esa estúpida sonrisa que me volvía loca. Era cierto que cuando había ocurrido lo de Justin yo era mucho más ingenua y tonta, pero no podía e vitar sentir que toda la historia se repetía, ay que estaba segura de que en este momento Alexander estaría cobrando el dinero de su apuesta y alguien le estaría diciendo:
- “Tenias razón, está loca por vos, y eso en solo unos días”
Pero a mí no me habían parecido días, porque el me había parecido de lo más amable y simpático ¿Cómo había dejado que esto sucediera?
Llegue a la puerta de mi habitación y entre hecha una furia, mientras las lagrimas caían por mi rostro. Vi que Damon estaba echado y Sissa estaba a su lado curando su labio, con una estúpida sonrisa de felicidad en su rostro. Me metí lo más rápido que pude en el baño, pero ellos se habían dado cuenta que algo malo sucedía porque escuche la vos de Sissa que me hablaba desde la puerta
- ¿Meni, estas bien?, ¿Sucedió algo?
- No Sissa, solo vete
- ¿Dónde está ella? – Esa era la vos de Alexander, ¿Qué diablos esa haciendo aquí? ¿Cómo era posible que después de lo mal que me había hecho sentir venga a buscarme. O haría lo mismo que Justin, venir a agradecerme por hacerle ganare esa apuesta de modo tan fácil?
- ¿Qué le hiciste Alexander? – Sissa sonaba amenazadora, quería ver que sucedía pero no tenía ni lamas mínima gana de salir y ver a Alexander
- Y a ti qué diablos de importa – Le dijo Alexander a Sissa
Y escuche un golpe, como si algo hubiera salido volando hacia…
Salí del baño a toda velocidad, Alexander yacía en el suelo y Davon estaba sobre el
- NUNCA, nunca vuelvas a hablar así a Sissa
- ¡Davon! – Trate de retirarlo, estaba claro que le estaba haciendo daño a Alexander
- Sal Melanie
- Davon, ¿Qué te sucede? – Sissa también trataba de alejarlo de encima de Alexander
- No me iré Davon, ahora déjalo en paz – Conteste, ignorando los intentos de Sissa
Y sentí que algo me sucedía, sentí que mis brazos me hormigueaban, que mi ira subía
- Suéltalo – Dije en un tono muy amenazador, casi irreconocible
- Te dije que salieras Melanie, este no es asunto tuyo – Y se giro hacia Alexander – Solamente terminare lo que comencé en el pasillo – Y vi como su puño bajaba peligrosamente hacia Alexander
El hormigueo aumento, mi ira era irreconocible, sentía que mi cabeza explotaría. No dejaría que Davon volviera a poner una sola maldita mano en Alexander. Sentí que algo en mi se rompía, que descargas eléctricas recorrían mi cuerpo…
Y lo siguiente que vi fue como los floreros y vasos de agua salían volando hacia Davon
Pero eso no fue lo que más me sorprendió, lo que me dejo boquiabierta fue que Davon se dio la vuelta antes de que algo lo golpeara y ráfagas de fuego salían de sus manos, desintegrando todo lo que, al parecer, yo le había lanzado
- ¿QUE DIABLOS…? -- Grito Sissa
- Mierda Melanie, podrías haberme roto la cabeza – Me dijo Davon mientras se giraba molesto para verme
Pero lo que sentí fueron unos fuertes brazos agarrándome mientras sentía como mis piernas fallaban, levante mi cabeza y vi como Alexander me sostenía
- ¿Cómo hiciste eso Melanie? – Gritaba Sissa
- Shhh – Decía Davon mientras se acercaba a ella y la sostenía en sus brazos de la misma forma que hacia Alexander conmigo
- Pues al parecer tus poderes por fin se manifestaron Melanie – Dijo Davon mientras me miraba con una sonrisa divertida en su rostro – Que pena que lo hicieron para defender a este idiota
Mire a Alexander para que me explicara algo
- Tranquila Melanie – Me susurraba en mi oído – Todo estará bien
- ¿Cómo mierda quieres que este bien si acabo de hacer que floreros y vasos volaran a la cabeza de Davon? – Le dije en un tono alarmado
- Puede alguno decirnos qué demonios ocurre – Gritaba Sissa tratando de zafarse de los brazos de Davon.
- Sissa querida, cálmate – Decía Davon mientras besaba su frente
Pero Alexander decidió ignorarlos a ambos y responder mi pregunta
- Sabíamos que esto pasaría tarde o temprano – Me dijo, mientras acariciaba suavemente mi cara con la mano con la cual no me estaba sosteniendo, porque tanto él como yo estábamos seguros que si me soltaba caería al piso como una muñeca de trapo.
- ¿Quiénes lo sabían?, Alexander te ruego que me expliques lo que está sucediendo, yo… no se…
- Shhh – Te explicaremos todo cuando estés más calmada
- Bien, parece que se desmayo – Me gire y vi a una inconsciente Sissa en los brazos de Davon – Agárrala bien idiota, que estoy seguro que en cualquier momento Meni caerá también – Dijo dirigiéndose hacia Alexander
- Preocúpate de Sissa Davon, yo veré que hago con Melanie – Respondió en un tono que sugería que su paciencia se estaba agotando
- Cálmate tigre, solo te decía que la agarres ¿O acaso quisieras que lo hiciera yo?
- Dejen de hablar como si no estuviera aquí – Les grite – Estoy consciente y dudo que me desmaye
- Alexander, ¿Puedes hacer que duerma?, todavía no está lista para que le expliquemos, lo mejor será que descanse antes
- ¿Qué duerma?, ¿A qué se refiere? -- Miraba realmente confundida y alterada a Alexander – Tú no puedes hacer que me duerma
- Lo siento Melanie, apenas despiertes te explicare todo – Alexander me miraba con una sonrisa cálida
Y sus pupilas se empezaron a poner blancas mientras me miraba fijamente, lo único que pude ver fue su hermoso rostro antes de caer en la inconsciencia
Buenooo !! Veran q lo hic bastante larguito xD ojala les guste y COMENTEN !!
Besoooos
wow, si me gusto, me encanto!!!
ResponderEliminarprimero esa pelea XD y el golpe a melanie jajjaa
ese casi bezo!!! tenia k ser bezo!!!
y el final claro, por fin nos sacaste d dudas!!
espero k subas cap lo antes posibles,
cuidate, bye
ESTA TOTALMENTE EXELENTE LA TRAMA
ResponderEliminarY NO ALLO LA HORA DE QUE SIGAN PUBLICANDO MAS CAPITULOS
ESTOY TOTALMENTE ENGANCHADA DE LA HISTORIA